El tiempo se escurre entre el humo,
personas evadidas de la sociedad,
me encuentro cómodo con la música,
dejo respirar temores y odios.
No necesito del fuego del deseo,
mil miradas tenues y libres,
escapando de reglas y tabúes,
sueños de ángeles nunca renacidos.
Esta es mi propia esencia,
segunda fila entre la multitud
y una diosa que nunca besaré.
Así la vida del peregrino blanco
sumergido en el líquido anverso
sonámbulo de reglas y restricciones,
oyente en el susurro de la innovación.
No dejo de mirar esa diosa de ámbar,
nunca podré sonreír su fuente de luz
desviada en mil años de vidas y muertes
cercados sólo... por la energía de mi destino.
personas evadidas de la sociedad,
me encuentro cómodo con la música,
dejo respirar temores y odios.
No necesito del fuego del deseo,
mil miradas tenues y libres,
escapando de reglas y tabúes,
sueños de ángeles nunca renacidos.
Esta es mi propia esencia,
segunda fila entre la multitud
y una diosa que nunca besaré.
Así la vida del peregrino blanco
sumergido en el líquido anverso
sonámbulo de reglas y restricciones,
oyente en el susurro de la innovación.
No dejo de mirar esa diosa de ámbar,
nunca podré sonreír su fuente de luz
desviada en mil años de vidas y muertes
cercados sólo... por la energía de mi destino.
Der Pilgrim
2 comentarios:
Me siento identificada con esas letras Mikel. Y qué mal se pasa ¿verdad?
Besitos llenosdecomprension
Gracias Fantasía!
Pero así es la vida, unos días estás en la cima deslumbrado por el sol, otros en el valle anhelando un simple hilo de luz.
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