Deletreo la semana
en busca
de un almizcle perverso.
Es la cadena
pinchada a ralentí
con piezas tullidas.
No soy
quien se quema.
Ayunando esperas
percibo el aroma
taciturno y redentor del porvenir.
No me digas que miento.
El precio del miércoles
revalorizó mis pesquisas
sobre
cuál es el sentido del ayer
cuál es la oreja de mañana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario