miércoles, enero 18, 2006

Frías mañanas

Vuelve la oscuridad a las mañanas de esta ciudad,
pero las imágenes tristes y deprimidas continúan.
Algunas perdidas en la más absoluta inmensidad,
otras aguardando ferviertemente el final del día,
unas incluso sonrientes mientras evaden la realidad,
y alguna, seria, fija, deteniéndose en algunos sitios.

Mientras, el mundo de a pie, anhela llegar donde estoy,
sentado en un tranvía a camino de algún lugar,
esperando en estaciones frías y mojadas,
encontrar el medio para estar cómodamente fijados,
sin tener que pensar más que en el quehacer diario.

Así transcurre esta fría mañana de Enero,
donde los relojes hacen de detonadores de la rutina
para aquellos que no ven más que trabajo en sus vidas,
para quienes las horas son sumas de segundos
que forman un día, que conforman el día.

The Pilgrim

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