Vueltos al hogar de los gatos salvajes,
veo a una sirena,
que vuelve a hacer resonar mi corazón,
me deja embelesado con solo mirarla,
permiténdome volar en el paraíso de los sentidos tan libre,
me alza dulcemente por entre las luces de la alegría,
cubriéndome con el perfume de la imaginación,
me libra de la fuente de la soledad,
haciéndome beber del néctar de la ilusión,
perturbando la brújula de mi cuerpo,
en este palacio de cartas de ensueño.
The Pilgrim
Y una musical:
2 comentarios:
no he podido ver el video, pues con al conexión tan mala que tengo hoy le cuesta...
bonito poema
besitos
Lo que logra hacer el amor cuando llama a la puerta de un romántico
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