viernes, noviembre 24, 2006

Prendido de una gata de plata

Peregrino tan ausente del mundo,
pierdo mi norte virtual,
reflexiono sobre la dependencia,
sufro sobre mis musas.

Son mís guías y su pérdida,
su mirada y mis palabras:

Bellezas, mostráis mi oscuridad.

Me planteáis retos
y siempre soy ignorante,
inocente, impresionable.

Modelo de sentimientos
furtivos, vertiginosos, rotos,
tan fuera de mí,
como unidos a su alma.

Y quiero romper ya esa lanza,
pero no puedo vivir sin ella,
es mi perdición y mi vida,
envenenada llave del amor.
The Pilgrim
Imagen: Taller de Rahuel

4 comentarios:

Laura Escuela dijo...

No la rompas!!
Sigue viviendo con ella, sigue perdiéndote, impresionándote.
Es genial.

Chico, me encanta cómo escribes. Este en concreto me ha encantado. Un beso grande

Unknown dijo...

Muchísimas gracias por el elogio, sobretodo de quien tb escribe con el corazón.

Sobre mi lanza, también es mi bastón, y como caminante q soy, la necesitaré toda mi vida.

Un besito de agua de mar para tu gran océano.

M.G.G. dijo...

¡jo! precioso de verdad, bonito poema mikel

Unknown dijo...

Cuando un romántico encuentra en una musa, su anhelo más deseado, la inspiración se abre como bella flor ante palabras que discurren como gotas de lluvia.