jueves, diciembre 27, 2007

Schweiz

Hay momentos en los que viene bien detenerse en el puente de la vida, y ver cómo fluye el viento gélido de las montañas nevadas y el río de acontecimientos a tu alrededor. Descubres todo aquello que has avanzado en el último tiempo. Aquello que perdiste para poder ganar lo que tienes en tu poder y que en un futuro también desaparecerá para permitirte avanzar en el camino.

Aprecias así el color del cielo del invierno y ese sol que ilumina sin dar calor, la caricia de una amiga que no viste desde hace tiempo, la mirada sonriente de una hada suiza mientras recuerdas que hablas 7 idiomas: sex und deutsch, las fragancias de quesos en los mercados y ausentes chocolates en las estanterías, la arquitectura de casitas navideñas mezcladas con el diseño más actual, el reflejo del hielo mientras te deslizas sin control sobre un filo de metal, la suavidad de la piel de una ninfa mientras te transformas en energía sanadora, las risas de la elocuencia argentina, el glamour de calles francesas escritas en alemán sobre plantas italianas, y lo más importante, que la senda del peregrino está iluminada con la luz del corazón.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Así todo el mundo tendría que poner un viaje a Suiza en su vida...
Viene bien!
Un besito para el peregrino
Cyn

M.G.G. dijo...

Vengo a dejarte mis mejores deseos para este año que ha comenzado:
"Feliz 2008"
Besito, guapo

Unknown dijo...

Gracias a las 2 por vuestros comentarios!

FELIZ 2008! ¡¡PARA VOSOTRAS Y EL MUNDO ENTERO!!