Hay caminos en que el tiempo construye paredes imposibles de derribar y que cuando cambiamos de visión van adquiriendo otro perfil diferente. Entonces uno observa que sí son altos en lo alto y en lo profundo pero no en lo ancho. Entonces uno le surge la cuestión de si rodeándolos se puede seguir avanzando.
La verdad es que en muchas de las ocasiones es así. Uno busca cómo unir 9 puntos con cuatro líneas y automáticamente se plantea la restricción que no se tiene que salir del cuadrado imaginario o le plantean cómo saber qué interruptor conecta qué bombilla yendo a la habitación sólo una vez y se bloquea.
Muchas veces intento resolver una cuestión por un mismo camino y entonces me doy cuenta que la limitación me la he marcado yo. Cuando me doy cuenta de eso, cambio, busco, remiro para observar que la realidad es mucho más simple de lo que yo había previsto. Y mi experiencia me dice que generalmente es así.
La gran mayoría de cosas son simples, la cuestión es encontrarlas.
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