Miro al cielo y las estrellas,
respiro, y una lágrima cae
signo de deseos y azar:
pido seguir viendo la luz.
Estos días entre naturaleza
siento más cercano mi camino
entiendo cuál fue mi pasado
y los porqués salen a la palestra.
El camino es pedregoso y solitario
comprender partes de mis comportamientos:
el pasado, mi familia, mi entorno...
el origen de mis propios latidos.
Lo que hubo ya no es la verdad,
los cuartos oscuros se van abriendo,
las sombras se queman,
los gritos en la infancia toman voz.
Las musas se quedaron en amigas,
los ajustes se van recreando
el entendimiento, la comprensión,...
y la semilla va empezando a brotar.
La coraza de la perfección se diluye,
la sensibilidad del corazón vibra,
sensaciones de libertad y amor,
noto la fragilidad de la vida misma.
Ya no es ser más alto ni más fuerte
ya no es ser más inteligente ni caballero
ya no es ser más preparado ni elevado
ya no es ser el sol entre las estrellas.
Sólo es ser,
sólo es vivir,
solo es sentir
y a cada segundo
disfrutar de lo que hay.
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