La musa del lago

Buscando en el mar de las delicias

me enredé en unos lazos del mar

ocultaban rasgos de una dulce musa

tras un vestido de luz blanca.

Busqué como definir a esa diosa:

cabello enredando su mirada,

piel tierna y deliciosa

y una sonrisa para iluminar el cielo.

Encontré un lápiz mordido en mis labios

para esbozar a través de unos versos

las líneas de su belleza transparente

y los senderos que dibujaba su cuerpo. 

Sus ojos alimentaban la tierra

con el verdor del lago de la pureza

que con la luna cubrían de magia

al danzar con la melodía de las estrellas.

Su sonrisa encandilaba el alma

iluminando la bondad de los sueños

acariciando con ternura la felicidad

y hechizando mis bocetos de carboncillo.

Y aún sin querer admitir mi retrato 

no llega a definir todo su encanto

que se cubre con picardía y gracia

de la melodía que surge de sus palabras.

Realidad que supera cualquier fantasía

dentro de mi imaginación

de un día poder llegar a danzar con ella…