miércoles, agosto 12, 2009

Reflejos de joya blanca


Nací tras las pasos de una tierra que florecía almendros,
caminé con los recuerdos de los sueños del alimento fresco,
dibujaba letras y números de personajes ilusorios y enigmáticos,
creaba fantasías y un día a través de una niña solitaria
descubrí los versos que me siguen acompañando con su magnetismo.

Soy un ave peregrina que nunca ha anhelado más que conocer,
evolucionar tras mis propios pasos, a veces inseguros,
escuchando las experiencias de los ángeles que me encuentro
disfrutando de los bailes:
la música que me eleva ligero
transportándome, hipnotizándome, desnudándome.

En mis momentos de independencia me refugié del caos,
esta sociedad desangrada ante la ociosidad y las comodidades,
con pensamientos optimistas, músicas del mundo y retos de altas montañas
que iba escalando tras la búsqueda de musas etéreas.

Una sensibilidad racional permitió crecer y madurar
los sueños se convertían en realidad
con trazos sorprendentes y enigmáticos
con luces más brillantes que el propio sol
con noches más oscuras que mis peores pesadillas.

Guardo aún alfileres en el traje del sastre de mi vida
son los desafíos que me pinchan cuando me duermo en los rosales
y quienes me quieren, me avisan del dolor de sus espinas
mientras sólo podía intuir sus embelesadoras fragancias.

Pero ante todo, claroscuros, críticas, sombras y tormentas
soy un alma en vida, contento con los avances conseguidos
ansioso por seguir respirando, segundo tras segundo,
feliz por poder compartir estas palabras con el mundo,
tranquilo por hallar el sentido en estas pequeñas cosas.

Y ahora...al recordar, al sentir, al emocionarme,
una lágrima se derrama,
huye del lamento, surge por la fuerza de mi interior,
un aplauso a la vitalidad de todos aquellos que me conocéis,
y el cobijo para quienes sólo adivinen de mí por estas letras.

Un peregrino, un ángel compañero y viajero,
un demonio, salvaje fuego desbocado en el misterio,
un fantasma, humo evanescente en el sueño del delirio,
un amigo, fiel consuelo ante los momentos de vacío,
un poeta, remilgo de emoción, sentimiento y amor.
Der Pilgrim

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