
Todo se mueve, va y viene, se queda y se mantiene. Mientras el tiempo resulta un esquivo caminante del cual los pasos son una suave bruma tras de sí, la paz de un próximo retiro, me permite alcanzar el sueño de un descanso merecido.
Ante ese próximo paradero del peregrino por la bota europea durante medio mes, reconforta saber que las bellas damiselas que cuidan mi paraíso siguen protegiendo mis ilusiones, y que cuando vuelva a la responsabilidad podré solucionar todos aquellos interrogantes que han sobrevolado mi espacio.
Ante ese próximo paradero del peregrino por la bota europea durante medio mes, reconforta saber que las bellas damiselas que cuidan mi paraíso siguen protegiendo mis ilusiones, y que cuando vuelva a la responsabilidad podré solucionar todos aquellos interrogantes que han sobrevolado mi espacio.
¡¡Que disfrutéis de las vacaciones (tanto las imaginarias como las reales)!!
P.d.Si encuentro un hueco en el trasiego italiano, mostraré un punto de locura acuariana...