
Hay noches para la tristeza, donde la luna llora de soledad porque nunca alcanzará a su amor el sol.
Hay noches para el recuerdo, donde las lágrimas del pasado limpian los restos amargos del olvido.
Hay noches para la alegría, donde los sueños cubren la realidad de fantasía y de locura libertaria.
Hay noches para el descanso, donde tu imagen viste el arco iris blanco en mi traje de peregrino.
Hay noches para la fiesta, donde la amistad se convierte en una comparsa de ilusión y compañía.
Hay noches para el deseo, donde la suavidad de tu piel se junta con el calor del fuego de tu corazón.
Noche violeta, noche añil, noche azul, noche verde, noche amarilla, noche naranja, noche roja.
Dedicado a mi querida arco iris