Mostrando entradas con la etiqueta Freyja. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Freyja. Mostrar todas las entradas

miércoles, marzo 03, 2010

El altar

Una diosa me espera en su altar,
se encuentra sola, amargada y desligada,
necesita ser adorada y venerada
por la luz del candil del peregrino.

Los rayos del tiempo están lejos
del templo construido por su señor,
las sombras del pasado son crueles,
la pesadilla de su memoria peor.

Debe volver a encontrar su corazón
pues su figura está rota, destruida,
desgastada por todas las peticiones
dependientes de miles de seres
y de su origen propio de musa.

Ha de transformarse otra vez en persona
para alcanzar el mar de sus deseos
olvidarse de su fantasma de pena
y embarcarse en el barco del destino.

Sólo de esa manera podrá ser feliz.

Para entonces el peregrino ya no estará allí
habrá vuelto a emprender su camino
en dirección hacia otro país perdido.

lunes, marzo 01, 2010

El espejo de la piña que se reflejó en una lámpara

Un día en un momento soleado, donde el cielo tocaba la sonata del corazón, brillando estaba el sol y las nubes dejaban que su luz llegara al prado y a la tierra. Yo me encontraba pletórico, pues los días que paso en el campo me permiten alcanzar y mantener el nexo con la naturaleza que me acompaña en mi propia respiración.

Caminando estaba por ese prado que emulaba el espejo de la felicidad cuando observé un pino que tocaba el cielo de lo alto que era. Mientras lo veía se cayó una piña. Esa piña parecía igual que cualquier otra pero en su interior latía un ser con una energía mucho mayor. Me acerqué este regalo del pino al oído cuando empezó a contarme una historia de otra época donde el ser humano inventaba lámparas llenas de chocolate y ángeles imaginarios eran consultores para ser espontáneos y darnos cuenta de las cosas. Esa piña iba susurrando una historia donde el protagonista era yo:

Había un caballo que galopaba veloz, era fuerte y aguerrido pero a la vez, consciente de su propio valor. Ese caballo era yo. Cada día me acercaba a un establo cercano de una amable familia. Allí había una niña pequeña que jugaba conmigo y se llamaba Freyja. Todos los momentos que pasaba con ella eran felices, únicos e irrepetibles sin problema ninguno.
Había días en que Freyja me acercaba a lagos de felicidad, otros en que veíamos atardeceres, otros en que la luz de la luna iluminaba el camino de vuelta.
Un día encontramos un rastrillo que araba los problemas del tiempo, con él jugamos y podíamos limpiar zonas que estaban oscuras, con él nos pudimos alejar del establo, ir descubriendo nuevas familias, y pude envejecer en paz.
Y mientras ella se hizo adolescente yo pudi descubrir a una yegua preciosa con la que gocé del amor más puro y al morir yo, ya sin fuerzas, el rastrillo se había esfumado porque ya no hacía falta. Los problemas del tiempo habían desaparecido, yo había tenido una vida plena y Freyja había logrado ser adulta.

viernes, diciembre 18, 2009

El sueño de una realidad

Eres el sueño de mi vida,
atractiva, dulce, fría,
una sintonía de vivencias
con letra elegante y fina.

Eres esa musa seductora,
a tratar como una diosa
como una gata mimosa
como una yegua potrosa.

Con una piel de almizcle
flor y nata, pasado triste,
el cuerpo que siempre quise
para excitar la mente más libre.

Sé cómo recuperar tu confianza
las pautas para crecer alta
y que sientas a la esperanza
como soporte para tu alma.

Y brincar de la alegría
gozo, simpatía y fantasía
y vibrar con tu canto
mientras exista esa energía
creada cuando
estamos en compañía.

miércoles, diciembre 16, 2009

Balada para un loco - Astor Piazzolla e Amelita Baltar



Las tardecitas de Buenos Aires tienen ese qué sé yo, ¿viste? Salís de tu casa, por Arenales. Lo de siempre: en la calle y en vos. . . Cuando, de repente, de atrás de un árbol, me aparezco yo. Mezcla rara de penúltimo linyera y de primer polizonte en el viaje a Venus: medio melón en la cabeza, las rayas de la camisa pintadas en la piel, dos medias suelas clavadas en los pies, y una banderita de taxi libre levantada en cada mano. ¡Te reís!... Pero sólo vos me ves: porque los maniquíes me guiñan; los semáforos me dan tres luces celestes, y las naranjas del frutero de la esquina me tiran azahares. ¡Vení!, que así, medio bailando y medio volando, me saco el melón para saludarte, te regalo una banderita, y te digo...

(Cantado)

Ya sé que estoy piantao, piantao, piantao...
No ves que va la luna rodando por Callao;
que un corso de astronautas y niños, con un vals,
me baila alrededor... ¡Bailá! ¡Vení! ¡Volá!

Ya sé que estoy piantao, piantao, piantao...
Yo miro a Buenos Aires del nido de un gorrión;
y a vos te vi tan triste... ¡Vení! ¡Volá! ¡Sentí!...
el loco berretín que tengo para vos:

¡Loco! ¡Loco! ¡Loco!
Cuando anochezca en tu porteña soledad,
por la ribera de tu sábana vendré
con un poema y un trombón
a desvelarte el corazón.

¡Loco! ¡Loco! ¡Loco!
Como un acróbata demente saltaré,
sobre el abismo de tu escote hasta sentir
que enloquecí tu corazón de libertad...
¡Ya vas a ver!

(Recitado)

Salgamos a volar, querida mía;
subite a mi ilusión super-sport,
y vamos a correr por las cornisas
¡con una golondrina en el motor!

De Vieytes nos aplauden: "¡Viva! ¡Viva!",
los locos que inventaron el Amor;
y un ángel y un soldado y una niña
nos dan un valsecito bailador.

Nos sale a saludar la gente linda...
Y loco, pero tuyo, ¡qué sé yo!:
provoco campanarios con la risa,
y al fin, te miro, y canto a media voz:

(Cantado)

Quereme así, piantao, piantao, piantao...
Trepate a esta ternura de locos que hay en mí,
ponete esta peluca de alondras, ¡y volá!
¡Volá conmigo ya! ¡Vení, volá, vení!

Quereme así, piantao, piantao, piantao...
Abrite los amores que vamos a intentar
la mágica locura total de revivir...
¡Vení, volá, vení! ¡Trai-lai-la-larará!

(Gritado)

¡Viva! ¡Viva! ¡Viva!
Loca ella y loco yo...
¡Locos! ¡Locos! ¡Locos!
¡Loca ella y loco yo

miércoles, diciembre 09, 2009

Sigue tu camino...estaré contigo

En el tiempo donde los dioses
cubren los puertos de mar
y los ángeles vuelan
a ras de corazones heridos

quiero que sigas tu camino
en el que ser un compañero
en el que ser un amigo
en el que ser tu apoyo.

quiero que seas feliz
seré paciente
seguiré mirando al frente
en la dirección del viento.

quiero demostrarte el lugar
donde se halla la felicidad
unida a la espontaneidad
de la mano de la confianza.

quiero evolucionar a la par
remar hasta el final
quemar los rastrojos del pasado
luchar hasta no parar.

quiero vibrar en el durante
ilusionarte cada segundo
eliminar el miedo de la libertad
y aprender a nadar en el vacío.

quiero sentir la confianza en ti misma
evaporar la culpabilidad de tus acciones
concentrar la energía en tus sueños
aliviar la carga de tus miedos.

quiero verte liviana en el día a día
verte alzar tu mirada segura hasta el infinito
verte sanar los temores de la gente
verte curar a los seres que te encuentres.

quiero sentirte en tu esencia
para poder luchar por un mundo mejor
para poder ayudar a la vida misma
para poder crear paz en la tormenta
para poder ver más allá
de esa oscuridad que nos intenta tapar
la belleza que reside en las miradas.

y lo quiero porque lo he entendido
porque he entendido por qué estoy aquí
porque estar aquí es para ayudar a los demás
para ayudar a los demás a encontrar su camino
encontrar el camino para evolucionar
para evolucionar y poder reconocer su corazón
poder reconocer el corazón de todos nosotros
el corazón que nos lleva a sentir la felicidad
el corazón que nos lleva a ser conscientes
el corazón que nos crece y nos mantiene
el corazón que a partir de todo llegamos a la nada
el corazón que vibra con fuerza y sangre
el corazón, tu corazón, nuestro corazón.

Y para ello sigue tu camino...
porque estaré ahí contigo.

lunes, noviembre 23, 2009

Sintonía de racimos

Tengo una amante llamada deseo
un caramelo cubierto de mar
un sueño acariciado por la vida
una imagen atrapada en ambar.

Una flor desnuda al amanecer
un señuelo de sueños imposibles
donde el imposible es realizable
y tiene un ángel como compañero.

Una diosa cubierta de pasiones
una compañera de pensamientos
una amiga protegida por huracanes
una luz de vela quemándome.

Sintonía de racimos de otra época
colores del surrealismo demencial
canela en rama hervida en miel
piel de caricias, fuego de marfil.

Un cóctel de piruletas rojas
cerillas que nunca se prendieron
a la busca de la próxima pirueta
abismo, giro, sorpresa, alegría.

Donde las definiciones sobran
donde su pensamiento me lee
donde el tiempo ya no es consciente
donde el faro quebró su presente.

Versos de revolución, atención,
presión, emoción, ilusión, canción
tensión, lección, sabor,
amor, calor, ardor, fulgor...

Y da igual si el final es el principio
si mañana se quiebra el juego
hay que apostar por el número ciego
y dejar a la ruleta del cielo
que elija donde se halla el placer.

Así es ahora la vida del peregrino,
el vaivén de la danza sensual
la pregunta de una diosa sin par
y la respuesta de un ritmo
del juguetón, tu corazón.

jueves, noviembre 12, 2009

Freyja



Hada de cuentos oscuros
nació esta diosa del cielo
cubierta de un halo profundo
cuidada entre rosas y sueños.

Creció encantada por cuentos
sentidos acariciando lo ajeno
mecida a través de miles de elogios,
versos extraños y viajes extranjeros.

Pero llegó la adolescencia nublada
y las gotas de lluvia pesada
empapaban su tierna alma
con tristeza, miedo y ausencia.

El tiempo pasaba como estación
y la luz de esa bella luna
menguaba sin ninguna dirección:
era la culpabilidad quien la acurrucaba.

Encontró ilusiones en forma de amor,
corazones para poder saber
¿quien realmente soy yo?
pero los ojos sólo anhelaban ver
su encantadora fachada exterior.

Se volvía presa de momentos
sin más emoción ni atención
que una compañía pasajera,
adrenalina, alcohol y tensión.

Se fue al extranjero
y allí, la soledad, malvada
le atacó, la ausentó, la derritió
con ahínco, furia y maña.

Volvió, pero la niña imaginativa
se había teñido de heridas,
un accidente le había sorprendido
y perdió las riendas de su vida.

La persistencia de un caballero
con una capa teñida de negro
y cierta tolerancia a su encanto
le brindó unos instantes de descanso.

Era una ilusión vana y vacía
y más que pura pasión
una cuerda ataba su libertad:
perdía la confianza
en su propia valía.

En esa desmejorada situación
un alma blanca prestó su mano
le trajo a su retiro de luz
donde conoció a un peregrino.

Querían enviarle energía universal
remover, resolver, reanimar, sanar
liberar los canales de ella, cristal,
limpiar su futuro, presente y pasado.

Y la historia se mezcló con sus vidas
el tiempo la unió en palabras,
los abrazos surgieron de la nada
y Freyja y el peregrino
compartieron la mirada.

Pero un día de descontrol
el peregrino abrumó sus sentidos
percibió que todo necesita su tiempo
había que cuidarla
como a su propio corazón.

Y se quedó con la eterna pregunta...
¿Le amaba?
¿Quería ella prender la llama?