Vertiginosos railes cortados

La noche quema el rumor ahogado

El animal duerme acolchado en el sillón

Dos campanas tocan descompensadas el sinfín del miedo

No hay nada más que la raíz de los pobres colores desgastados en la presa.

A través de tu mirada, cien rayos se caen en el infinito del silencio.

No hay
sino destellos paradójicos
en el intento apaleado
de probar una alquimia nunca ensuciada
a través de la nada

que es este

cabello atrapado a tu pelo.

Humedad en cascabeles

Dijo la tormenta:
- "Iluminad la sonrisa que cae del cielo."

Un rayo vestido de arlequín
rozó la mejilla de mi cara angustiada,
una víspera del ayer
carcomida por el teatro de sombras.

- ¡Fuego!

Mi fragilidad alarma a bomberos,
mi corazón late gasolina
y mis venas se llenan de vapor.

- ¡¡Corran, váyanse de aquí!!

El vacío se aproxima como extremo
ante un balón del central
envenenado con ausencias.

- ¡Indefensión! ¡Defensa mixta!

Todo el equipo se centra en el Rey Sol
mientras un mono blanco
recorre diarios del mostruo Bú.

- ¡Dios! ¿Dónde estás?

El grito es un espagueti pre-cocido,
un McDonalds derruido,
un sms de libertad.


Pausa


Fotogramas
de esa película maldita
se salvaron de la guerra.

There & before

El aire movía naranjas azulejos,

capiteles industriales mojaban ausencias,

mi familia anclaba pétalos en marjales

gracias a pantanos franquistas

y Frigo Pies.

Imágenes en blanco y rojo pintaban silencios.

Pirámides medievales

sustraían sonrisas

que sudaban cuentas y gachas.

La envidia rezaba costumbres

- animales que nunca llegaron a soñar -

mulos para el sr. Ingeniero

e ingenio para el don nadie agricultor.

Repeticiones temporales a merced de una veleta enquistada

cuyo tramontana era hielo;

poniente: horno de aliagas;

levante: estrías tejidas;

y sur: levadura de calor.

La condición

amasaba mendrugos felices

y dejó

como desafío

a una gota sublime

emerger

entre tanta rama antigua:

mis manos y pies

se lanzaban

al infinito.